Información proveniente de la primera etapa de Canal Paralimpicos.No están disponibles las imágenes.
Boletines
Whistler y Vancouver despiden a los Paralímpicos con una emotiva Ceremonia de Clausura
21/03/2010
Los Juegos Paralímpicos de Vancouver 2010 han concluido con una emotiva Ceremonia de Clausura que se ha celebrado en el centro de la ciudad de Whistler, en la Medals Plaza, ante un entusiasta público que ha dado la despedida a los 600 participantes procedentes de 40 países que han competido en estos Juegos.
La ceremonia comenzó con el desfile de los atletas, algo más informal que el del día de la inauguración. El abanderado español, Jon Santacana, y su guía, Miguel Galindo, junto al resto de representantes de los demás países, desfilaron por las calles aledañas a la plaza y pudieron recibir el cariño del público durante el trayecto, para hacer su entrada después en el recinto acotado de la plaza, en la que se había instalado un graderío para albergar a 8.000 personas.
Tras la entrada de los deportistas en la Medals Plaza dio comienzo un espectáculo de música y danza, protagonizado por grupos tradicionales indígenas canadienses, para continuar con un número titulado Las luces del Norte.
Como viene siendo tradicional en los Juegos Paralímpicos, en la ceremonia de clausura se procedió a la entrega del Premio Whang Youn Dai, que se concede a un atleta masculino y otra femenina en esta ocasión al jugador de hockey japonés Endo Takayuki y a la esquiadora de fondo canadiense Collete Bourgonje-, por haber demostrado un excepcional nivel de determinación para superar la adversidad a través del deporte en los Juegos Paralímpicos.
Tras los discursos del director ejecutivo del Comité Organizador de los Juegos de Vancouver, John Furlong, y del presidente del Comité Paralímpico Internacional, Philip Craven, llegó el turno para el relevo de Sochi. Los vídeos y el breve espectáculo que ofrecieron los organizadores de los Juegos Paralímpicos del año 2014 dieron una muestra de lo que Rusia pretende organizar dentro de cuatro años.
Y por último, el momento quizá más melancolico fue cuando la llama paralímpica se extinguió en el pebetero de la Medals Plaza de Whistler para despedir definitivamente a los atletas de todo el mundo y dar paso ya a Sochi 2014.